Vendiendo el alma de El Panorama

En mi opinión, es obvio que quien permita la instalación de ésta antena en su propia vivienda le vale un rábano lo siguiente...

• Los valores, respeto y sentimientos ajenos


• El medio ambiente


• El bienestar de su propia familia, sus amigos, conocidos y la comunidad en general


• La salud de los niños en los colegios y hogares en sus alrededores


• El esfuerzo constante del vecindario para mejorar y mantener el valor de sus propiedades


• Más de tres décadas de empeño comunitario con el desarollo considerado de la colonia 


• Convertirse en eterna persona non grata en su comunidad


• La vigilancia del Consejo Nacional Para la Protección de La Antigua Guatemala en preservar el aspecto bello de ésta ciudad y el polígono protegido dentro de cual han ubicado ésta monstruosidad de acero


• Quienes le hicieron una lavada de cerebro también quizás tratarán de lavarse las manos sin consciencia alguna


• Y así, la posibilidad de hundirse solito a sí mismo con las consecuencias de tal contrato. 

El Panorama sin sus paisajes especiales sería como Bosques sin árboles or Jardines sin flores. 

Si existe el Infierno, habrá un lugar especial dentro del mismo — y más profundo aún del nivel reservado para los materialistas, los altaneros y los testarudos  — en dónde seguramente terminan los desalmados. 

Irónicamente, pareciera que te lleva al cielo...